sábado, 24 de septiembre de 2022

CARMEN COUTO RELLÁN, MUJER, TRABAJADORA, GALLEGA.

 

Me gustaría hablaros de Carmen Couto Rellán. Nacida en 1925 en la parroquia de Zas (A Coruña), en un pueblo gallego de no más de 100 habitantes llamado Budián. Fue la mayor de 4 hermanos. No eran tiempos de abundancia, y menos en pequeños pueblos de la Galicia rural, donde la suerte más grande que se tenía es que debido al mal estado de los caminos de acceso, era difícil la entrada para el control del “buen comportamiento” de la población y el robo de cosechas y enseres por parte de “recaudadores oficiales”.

La casa donde nació Carmen poseía suficientes tierras para poder trabajar y obtener el sustento necesario, pero como en muchas unidades familiares gallegas, el padre estuvo emigrado en Argentina, y en su casa vivían, hasta que Carmen se casó con 20 años, sus dos abuelas (que murieron cuando era ella niña), su madre, ella y sus 3 hermanos (una hermana 6 años menor y dos hermanos aún más pequeños). No eran tiempos para que las mujeres hicieran los trabajos físicos, pero en este caso no había alternativa, así que siendo todavía muy pequeña, y en cuanto la fuerza se lo iba permitiendo, Carmen se habituó a día a día, llevar a cabo las tareas en el campo reservadas sólo para los hombres. La cotidianidad hizo que su madre y su hermana realizaran sólo los trabajos del hogar, y sus dos hermanos pequeños sólo se ocuparan de trabajos que poco aportaban al sustento familiar.

Acostumbrada al trabajo, no había tiempo de ir a la escuela, así que no aprendió a leer ni escribir hasta que ya con 24 años, convenció a un vecino de una aldea cercana para que le enseñara a leer y escribir.

Con 18 años tuvo su primera hija, que murió a los 2 días después de nacer. Aún era soltera. Así estuvo 2 años hasta que el padre de aquel primer bebé se casó con ella. Fue entonces cuando el padre de Carmen, emigrado a Argentina, regresó para quedarse. La casa pasó en ese momento a tener 2 varones (el padre de Carmen y su marido), 3 mujeres (la madre de Carmen, Carmen, y su hermana menor de 14 años) y dos jóvenes (los hermanos pequeños de Carmen con 12 y 10 años). Eran muchas bocas para alimentar, y el trabajo en el campo de toda la unidad familiar lo realizaban sólo Carmen y su marido, ya que su padre tampoco echaba una mano en esta tarea.

Es así como, frente a la difícil situación en la que se encontraba toda la familia, el esposo de Carmen y el padre de Carmen tuvieron una fuerte discusión en el que el primero exigía el trabajo del resto de la familia en las tareas que sólo realizaban Carmen y él, pero acabó propiciando que el padre de Carmen echase de esa casa a su esposo.

Era el año 1946. Los tiempos eran duros, así que el esposo de Carmen se fue pero tanto Carmen como sus dos hijas pequeñas quedaron en esa casa, con sus padres y hermanos.

El esposo de Carmen no ganaba suficiente para enviar dinero a su mujer y dos hijas, así que, viendo la necesidad que había, Carmen dejó el trabajo en el campo y empezó a trabajar en la mina de Wolframio de Varilongo, a 7 km de distancia de Budian, su pueblo. Era el año 1951. Su tarea consistía en cargar las vagonetas a pala, pero la costumbre la llevaba a trabajar el doble que cualquier hombre, así que le pagaban como a un varón. Así estuvo, enfrentada a su padre, ya que éste no quería que fuese a trabajar fuera de casa. Tanto así era, que aun teniendo su padre un reloj, nunca se lo dejó a Carmen, provocando que en numerosas ocasiones iniciase el camino al trabajo de la mina 1 hora antes de lo necesario. Carmen tenía que empezar todos los días el camino a las 5:00 de la mañana para así llegar a trabajar a su hora a la mina de Varilongo. Otro correctivo que sufría Carmen por parte de la familia derivado de su trabajo fuera de casa, era el sólo llevar un trozo de “broa” (pan de maíz) para el trabajo de todo el día en la mina. Al llegar a casa después de trabajar en la mina tenía que dar el pecho a su hija más pequeña. Gran parte del sueldo que ganaba se lo tenía que dar al padre por “el cuidado de sus hijas” mientras ella trabajaba.


Fotografía antigua de Carmen y compañeros en la mina de Varilongo.

Así pasó 4 años de trabajo en la mina de Wolframio, hasta que el trabajo en esta mina se acabó para ella y prosiguió con el trabajo fuerte de la casa familiar (y sin sustento del marido, que seguía trabajando fuera pero sin posibles).

Debido al maltrato que recibía del padre, todos los problemas que existían en la casa, y frente a la negativa del marido para que fuera a vivir con él, Carmen se marchó de la casa familiar para vivir sola con las 2 hijas de 14 y 10 años, y comenzar así una nueva vida independiente, y sin ninguna ayuda familiar. Ese era el castigo. Acostumbrada a trabajar, pronto obtuvo comida y el pago monetario a cambio de su fuerte trabajo en el campo como jornalera. Al año de estar viviendo las tres solas, no les faltaba de nada, incluso ni independencia y libertad. Era el año 1962.

Posteriormente, su marido consiguió trabajo en la cuenca minera de Asturias, concretamente en La Felguera, y es así como esto les permitió el juntarse de nuevo a los cuatro, donde da comienzo a una nueva vida.

Quedó viuda en el año 1972, con 47 años. Siempre reivindicó su independencia e igualdad frente al hombre hasta que murió en el año 2018 con 93 años.

 

Existen grandes nombres de mujeres en la historia, más públicos o menos, nombres que llevamos grabados como referentes de lucha feminista, por su vida, reivindicación, divulgación del movimiento, etc. Mujeres que se les reconocen el valor de producir cambios en ciudades, países, o incluso el mundo entero. Son personalidades que se hicieron públicas desde un principio o que fueron recuperadas para la colectividad y la causa.

En un plano considerado menos relevante, en el día a día, en nuestra familia o en la otra esquina del mundo, existen tantas y tantas mujeres, que con su sufrimiento, esfuerzo, valor, tenacidad y más amor, han caminado a contracorriente en una sociedad que las encadenaba a una sinvida. Y es que son estas mujeres las que, aún sin llegar a conocer las hazañas o palabras de estas grandes referentes para la lucha feminista, han sido el ejemplo en la vida cotidiana para otras tantas mujeres de que sí era posible. Son mujeres que han practicado un feminismo forzado por la necesidad de su gente querida, donde su vida es una reivindicación de la vida, una lucha continua para la igualdad de género, una guerra sin descanso contra la represión y la violencia estructural del sistema. Y su recompensa… posiblemente el olvido.

 

Madrina, con este pequeño escrito sólo espero que tu lucha nunca caiga en el olvido.


Fuentes consultadas: Familiares de Carmen Couto Rellán y vecinas de su pueblo natal.


martes, 20 de septiembre de 2022

UN ANALISIS CUALQUIERA...

     

    Me gustaría aprovechar este curso para compartir un video musical que llegó a mí hace poco tiempo… y es que no dejo de escucharlo. A continuación os dejo el enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=mitrT6LZJo4 

    Os ruego que cualquiera que vea este blog, por favor, “pierda” unos segundos y lo escuche.

    Existen diversos puntos que este video musical presenta para la discusión, que pueden ir desde el papel del arte en temas de reivindicación, la normalización social, la violencia y su respuesta, etc.

    Me centraré, ya que parece que es el tema principal y el “juego” argumentario de la canción, en el paralelismo entre lo que sucede frente a la agresión sexual a la mujer (la violación) y una agresión a un hombre (quemarlo). Y es que me parece, después de escuchar la canción una y otra vez, que este paralelismo es la mejor manera de exponer una realidad que sucede frente a una agresión como es la violación.

<Letra de la canción>: “Él era un violador cualquiera, tenía por delante toda una vida de alegrías y penas, y libertad sexual”

    No sé por dónde empezar… Hoy en día la exposición de la mujer en la sociedad, independientemente de su identidad de género, es desmedida. Tanto en el ámbito privado, donde los roles de pareja están fuertemente normalizados, como en el ámbito público, con una visibilidad y enjuiciamiento social “educacional”, provocan un encorsetamiento de las formas de pensar.

    Y es que es “un violador cualquiera” (masculino), no “violadora cualquiera” (que suena hasta raro), donde “cualquiera” hace referencia por desgracia al número de casos de violaciones…

    “Y libertad sexual”, que en este caso tiene una clara referencia a la libre elección sin contar con la otra persona, remarcando la relación de poder normalizado en las relaciones afectivas entre hombre y mujer.

<Letra de la canción>: “…Y es que creo que vestido con ropa tan inflamable, él se lo estaba buscando. Tendría que haber vuelto a casa un poco más temprano, probablemente había estado bebiendo, y es que todas sabemos que el alcohol te hace susceptible al fuego...”

    Estas letras, que parecen de una violencia extrema, irracionales y sin ningún sentido lógico, que podrían ser tachadas de locura cuando se trata de una agresión con fuego sobre un hombre (independientemente de sus actos), son las que “justifican” socialmente en algunos casos o atenúan la culpabilidad del hombre en una agresión como puede ser una violación. A nadie, por desgracia, nos es ajeno comentarios, o incluso sentencias judiciales, donde la ropa que vestía la mujer, el lugar donde se encontraba, las condiciones en las que se encontraba la víctima cuando sucedió la agresión, etc., son atenuantes del acto en sí, poniendo el foco del enjuiciamiento sobre la mujer violada.

    No prosigo con el análisis de la letra de la canción ya que excedería la extensión límite del trabajo, pero sí que os invito a escucharla y sacar vuestras propias conclusiones… no tiene desperdicio alguno.

    Antes de despedirme, me gustaría compartir con vosotrxs, ya que así también lo proponen en el guion para la realización del Reto, de lo que puede ser una solución para acabar con las desigualdades de género detectadas. Creo que las medidas públicas son mitigadoras de este gran problema de desigualdad, pero no creo que sean la solución para su erradicación. Las Administraciones Públicas, como instrumento funcional dentro del sistema social en el que vivimos, nacen con la imposibilidad para la eliminación de la desigualdad de género. Con esto no digo que no sea necesario la implementación de medidas públicas en la sociedad contra la desigualdad de género (las siento como imprescindibles hoy en día para la reducción de esta desigualdad), si no que creo que la erradicación total de la desigualdad de género pasa por una reversión de las bases y valores sociales. Me refiero, como conclusión, a una deconstrucción social global para volver a construir.

 

 

 

viernes, 16 de septiembre de 2022

PRESENTACIÓN

 

    Buenos días Chicxs,

    Hoy nos toca presentación, así que intentaré ser lo más escuetx posible para que no se haga demasiado denso. Para esto, lo que haré sin más vueltas, es dar respuesta a las sugerencias de “preguntas a responder” que propone el curso:

  •      Tu perfil profesional

    Sin dar demasiados datos, pertenezco a un Organísmo Autónomo de la Administración Pública concretamente a una Confederación Hidrográfica, como personal de apoyo en campo, es decir, que mi oficina ha pasado a ser el “monte”. Es una experiencia muy enriquecedora, sobre todo por la posibilidad de tener un contacto estrecho y diario con el mundo rural y poder ser testigo de relaciones e interconexiones, que aunque así suene muy “aséptico”, son en resumen, los lazos entre la gente que configuran estas zonas rurales.

  •   ¿Cuáles son tus expectativas al participar en esta experiencia de aprendizaje?

    Son aprender. Cuando entré a trabajar en la Administración Pública, antes de nada se organizó un curso de formación en el que entre otros temas específicos del propio trabajo que íbamos a desarrollar en el futuro, se nos impartieron varias clases sobre igualdad de género, y no sé si sería por la persona que lo impartió (que de seguro tuvo casi toda la culpa) o por cómo estaba estructurado, pero fueron las mejores clases del curso con mucha diferencia (siempre desde mi punto de vista claro…).

    En conclusión, espero que la experiencia sea tan “rica” y “prolífica” como la de entonces.

  •   ¿Alguna imagen que te describa?

    Siempre espero que sea cualquier imagen “normal”, sin adornos ni recursos para llamar la atención. Me gustaría que fuese cualquier imagen cotidiana que nos encontramos día a día y que nos reconforte que siga ahí: un árbol, una montaña, una sonrisa…

  •   Cualquier otra cuestión que consideres relevante para compartir: inquietudes, intereses, etc.

    Me gustaría deshilar esta sociedad para volverla a hilar con hilos que fuerte nos unieran a todxs y que no dejaran a nadie fuera. Hoy en día se han normalizado valores y conductas excluyentes… nadie tiene que quedar excluido de la vida, y ésto hoy sucede...

 

 

 

 

REFLEXIONES DESDE EL EMPLEADO PÚBLICO PARA IMPULSAR LA IGUALDAD ENTRE MUJERES Y HOMBRES.

  La pregunta “¿Qué podemos hacer como empleados públicos en la igualdad entre hombres y mujeres?” tiene mil y una respuestas: formarse e i...